Las ciudades tienden a expandirse, los metros cuadrados son cada vez más escasos y más caros. Como consecuencia en las nuevas construcciones los espacios se reducen y con ellos los lugares de guardado. Por eso cada vez cobra más importancia el concepto de aprender a organizarse, evitar acumular y lograr tener un hogar más liviano.

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Un hogar más liviano presenta varias ventajas: el orden y la limpieza se simplifican, los ambientes se perciben más espaciosos y resultan más serenos.
Si bien la idea de un hogar más liviano y simple resulta atractiva para muchos, llegado el momento de descartar resulta difícil tomar la decisión y desprenderse de las cosas. Por eso en Estudio IDomum te acercamos algunos consejos para poder alcanzar el objetivo de tener un hogar más liviano, organizado y funcional.
HACER LUGAR PARA LO QUE AMAMOS
Pensar que cada cosa que tenemos en nuestro hogar está ocupando un lugar, que quizás podría estar libre para generarnos más espacio o que podría estar siendo ocupado por otro objeto que nos proporcione mayores satisfacciones, no es ni más ni menos que plantearse hacer lugar para lo que realmente amamos, utilizamos y nos da felicidad. Marie Kondo, propone en su best seller “La Magia del Orden” (Ver también: ¿Qué es el Método KonMari? ) rodearnos solamente de aquello que nos hace felices. Propone preguntarse ante cada pertenencia que se desea conservar si realmente provoca felicidad. Esto permite vivir rodeados de las cosas que verdaderamente necesitamos para tener el estilo de vida que deseamos. Y eliminar de nuestro entorno todo aquello que se encuentra ahí solamente “por las dudas”, “porque nos provoca culpa”, “por temor”, “porque salieron caros” o porque “están nuevos”.

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HACERSE PREGUNTAS
Hacerse preguntas también ayuda a identificar que es lo que realmente nos provoca felicidad tener en nuestra vida y descartar todo aquello que obstaculiza el objetivo de vivir en un hogar más liviano y placentero. Algunas de las preguntas que podés hacerte:
¿Compraría esto ahora?
¿Cuánto lo pagaría?
Si se estropea. ¿Invertiría tiempo y dinero en arreglarlo?
¿Cómo me sentiría si lo pierdo?
¿Cuándo fue la última vez que lo usé? ¿Cómo me sentí?
¿Cuándo es la próxima vez que pienso que lo puedo usar?
¿Me despierta expectativas pensar en volver a usarlo?
PENSAR BIEN LAS COMPRAS
El ejercicio de intentar vivir en un hogar más liviano permite ahorrar dinero en compras innecesarias también. Tener en claro si se compra por una necesidad real o por un gusto y evitar comprar porque está barato (nada es más caro que algo barato que no se necesita) son algunos de los consejos que ayudan a alcanzar el objetivo. Tener en claro cual es el estilo de vida ideal que se persigue ayuda a comprar en forma más inteligente y a evitar las compras compulsivas.
Elegir los objetos que vamos a comprar pensando en la relación que vamos a establecer con ellos durante un largo tiempo. Para qué nos van a servir, que lugar les vamos a asignar en nuestro hogar, si nos va a dar placer verlos y utilizarlos cada día. Esta es una forma de evitar comprar lo primero que se nos cruza para satisfacer una necesidad. Aunque lleve un poco más de tiempo el proceso de compra, el resultado es adquirir cosas que realmente nos van a resultar queridas y útiles.
En el caso de la ropa, por ejemplo, pensar si está en linea con el estilo de ropa con el que uno se siente más identificado y más cómodo y pensar con que se va a combinar esa prenda (o cual la va a “acompañar”), para evitar tener prendas sin uso porque “no hay con qué ponérsela”.
Por último recordar, que uno de los mayores beneficios de vivir con menos en un hogar más liviano es que se logra vivir más a gusto rodeados de las cosas realmente importantes, en un ambiente más relajado , más amplio con mayor espacio, y con menos corridas y stress.
Si necesitás asesoramiento escribinos a estudio@idomum.com